Marcos 3,7 - 6,6. Comentario



 1.- JUSTIFICACION DE LA ESTRUCTURA.
Tenemos en primer lugar el sumario de Marcos 3,7-12 que sirve de apertura a lo que se va a decir en la sección. La parte que estudiamos forma parte de lo que se llama la sección de los Doce. En Marcos 3,13-19 se dice que Jesús llama a los Doce para estar con Él y enviarles en misión. Marcos nos informa de este modo que Jesús ha creado el nuevo Israel, la nueva comunidad. En esta sección los Doce están con Él en la barca y contemplan lo que Jesús enseña y hace. A partir de Marcos 6,7 los Doce serán  enviados en misión.
Esta sección viene dominada por la controversia "dentro-fuera" entre Jesús, su familia y los escribas. Jesús rompe con su familia de sangre y con la sinagoga. A partir de Marcos 6, 1 – 6 Jesús no vuelve a entrar en la sinagoga Él ha formado una nueva familia compuesta por aquellos que hacen la voluntad de su Padre del cielo.
Las parábolas volverán a tomar el tema del “dentro – fuera” en relación con el Misterio del Reino. Jesús distingue entre los que están dentro del misterio del Reino y los que están fuera. Existe un dentro y un fuera en relación con la ley, en el que Jesús está fuera. A éste dentro – fuera Jesús contrapone otro dentro - fuera según el Reino de Dios.
"Fuera (Exo): la expresión pertenece a la escolástica rabínica y se utilizaba para designar a los herejes, a los judíos no creyentes y a los paganos"
Después de las parábolas Jesús sale en la barca con los discípulos hacia la misión. Es la realización de su enseñanza sobre el Reino. La misión que el Padre le ha encomendado es una misión liberadora universal. Una misión liberadora del pueblo pagano (geraseno) y una misión liberadora del pueblo judío (Hija de Jairo y hemorroísa)
Los cerdos se ahogan en el mar junto con los espíritus inmundos. O se ahogan las riquezas que seducen nuestro corazón o se ahoga la semilla de la Palabra sembrada en la tierra.
La hemorroísa aparece como el ejemplo de la actitud que debe adoptar el pueblo para ser liberado: "Tocar" a Jesús con fe.
El hombre de la sinagoga (Marcos 3,1-6) tenía la mano seca. La hemorroisa sufre flujos.
Jesús abre las fuentes de la vida y cierra las fuentes del mal.
Esta opción de Jesús por una misión universal llevará a sus paisanos a escandalizarse de Él. Han acogido su mensaje con alegría en Marcos 1,20-28, ahora en Marcos 6, 1 – 6 se escandalizan.
Dos temas dominan y se entremezclan en esta sección: el tema de los Doce y el tema del dentro – fuera. 
 2.- COMENTARIO

 MARCOS 3,7-12
Este sumario manifiesta el ansia de liberación que tiene el pueblo. Esta ansia viene expresada por la repetición de "una gran multitud" en forma de inclusión: una gran multitud – una multitud grande.
La misión de Jesús, como hemos dicho, es una misión universal que abarca a todos los hombres y a todos los pueblos. El número de pueblos nombrados que van hacia Jesús son siete, expresión de la universalidad de todos los pueblos.
La petición a los discípulos de "preparar una barca para que no lo opriman" expresa dos cosas:
Por un lado ese mismo deseo de liberación del pueblo. Al oír lo que ha hecho todos acuden a Él para ser liberados.
Por otro lado expresa la progresiva incomprensión y falta de aceptación de su mesianismo. Quieren hacer de su mesianismo un mesianismo davídico, de poder y de gloria. Por eso Jesús pide a los discípulos que le tengan preparada una barca, símbolo de la misión. Jesús quiere mantener su opción universalista, y no dejarse manipular por otras expectativas mesiánicas.
Jesús libera y cura del látigo del mal "mastigax" a los enfermos. En este sumario no se dice que Jesús expulse demonios sino que los demonios le conocen. Jesús les prohíbe que hagan ese conocimiento manifiesto. Más adelante, en Marcos 6, 14, veremos cómo ese conocimiento se ha ido manifestando: “pues su nombre se hizo manifiesto”.
El trabajo de los espíritus inmundos difundiendo su concepción mesiánica va haciendo camino y creando sospechas en el pueblo sobre la identidad de Jesús. En Marcos 5,38 los que chillan por la muerte de la hija de Jairo se ríen de El cuando dice que la niña está dormida.
En Marcos 1,34, que es otro sumario, Jesús expulsa demonios y cura de muchas enfermedades. Aquí cura de enfermedades, pero no se dice que expulsa demonios. En Marcos 1,34 se dice que manda callar a los endemoniados porque le conocían, pero ellos no le dan ningún título. Aquí chillan llamándole "Hijo de Dios". Hijo de Dios es, también, el título del rey.
Ahora, ante el fracaso de poder manipular a Jesús, cambiarán de táctica. Hasta ahora Jesús era reconocido como Mesías. A partir de ahora ya no será reconocido como Mesías por los judíos, intentarán identificarlo con Juan Bautista, con un profeta o con Elías. No puede ser el Mesías, argumentarán, porque Elías debe venir primero como dirán los escribas en Marcos 9, 11 - 13.
 MARCOS 3,13-19
Es el relato de la llamada de los Doce. Con esta llamada empieza la sección de los Doce en esta etapa del ministerio de Jesús.
Jesús sube al monte para llamarlos. El monte es el lugar de encuentro con Dios y de revelación.
Dice el texto que llama a los que Él quiere. La iniciativa de la llamada es siempre de Jesús. Es Él el que llama, no el discípulo el que toma la iniciativa de seguirle.
"Hizo doce" Jesús crea el nuevo pueblo de Dios, la nueva casa mesiánica, el nuevo pueblo. Este pueblo tiene como misión "estar con Él", y "predicar y tener poder para expulsar demonios". Tienen la misión de enseñar con autoridad como el Maestro, no pueden enseñar como los fariseos. Debe ser una enseñanza liberadora y salvadora del pueblo.
En realidad, estar con Él y anunciar y expulsar demonios es una única opción. Se está con El haciendo lo que El hace y anunciando lo que El anuncia.
En la lista de nombres hay una doble inclusión que separa, por un lado, a Pedro, Juan y Santiago del resto de los doce: “Les puso el nombre – les puso el nombre”. Los tres vienen también separados del resto de los doce a lo largo de todo el evangelio.
Pedro, es la piedra, la Palabra que cae entre piedras. Los hijos del trueno, como los hijos de la gloria pedirán los  primeros puestos en el reino mesiánico que ellos desean.
"Los sobrenombres o apodos avisan al lector para que preste atención al modo de actuar de estos tres discípulos, cuyos antecedentes no les ayudan a comprender el mensaje universalista ni la misión del nuevo Israel"[1]
En la lista siguen los nombres de los otros ocho discípulos, separados de los tres anteriores, pero formando los once nombres una inclusión  por medio de la repetición de la palabra Simón. Esta inclusión separa a Judas del resto.
Los doce están pues divididos en tres grupos: los tres primeros, con sobrenombre; los otros ocho; y Judas. Hay algunos elementos chocantes en la lista de nombres. Los nombres de Simón y de Santiago se repiten. ¿Pura casualidad? ¿Por qué Leví el de Alfeo es ahora Santiago el de Alfeo? ¿Son la misma persona o son diferentes? ¿Será algo intencionado buscado por Marcos?
Con todo lo más importante es el número doce que expresa la constitución del nuevo pueblo mesiánico, la creación de la nueva casa de Israel.
En el grupo de los doce están representadas todas las tendencias de Israel.
"Cuando Jesús se rodeaba de un círculo de discípulos, en el que estaban representadas todas las tendencias del judaísmo palestiniense, quería decir que esto debía convertirse en signo para Israel: aquí es reunido el desgarrado pueblo de Israel, como familia de Dios, en virtud del mensaje escatológico de salvación"
MARCOS 3,20-25
El texto tiene una estructura concéntrica o de bocadillo.
Versículos 20 -21: La familia va a buscar a Jesús.
Versículos 22 – 30 Bajan los escribas de Jerusalén. Controversia sobre su poder.
Versículos 31 – 35: Su familia se hace anunciar a Jesús.
En el texto hay una contraposición entre "dentro y fuera". La cuestión fundamental es: ¿Cuál es la verdadera familia? ¿Quién está dentro y quien está fuera? ¿Cuál es el verdadero lazo que aúna a esta familia?
Dice el relato que se presentan sus familiares. Vienen a buscarlo y a llevárselo con ellos porque dicen que "está fuera de sí.” Su persona ha comenzado a provocar la sospecha y la controversia. Las complicaciones se han ido haciendo presentes. Signo de ello es que la noticia de su persona ha llegado a Jerusalén y han venido los escribas para juzgar su doctrina y su modo de actuar. Esta situación es la que ha provoca el miedo en su familia que no quiere problemas con la institución religiosa. Por eso han ido a buscarlo. Su familia acabará escandalizándose de Él, como se dice en Mc.6, 1-6. Al entusiasmo sigue el escándalo como se dirá en las parábolas de la semilla que cae entre piedras.
Ante esta situación Jesús declara que para formar parte de la familia de Dios no sirven los lazos de carne y sangre.
Continúa el texto diciendo que se presentan los escribas que vienen de Jerusalén. Estos le acusan de expulsar los demonios con el poder del príncipe de los demonios.
A éstos Jesús les va a hablar en parábolas. En Marcos 4, 11 leemos: a los de fuera les hablaba en parábolas. Los escribas están fuera del misterio del Reino.
Viene a continuación la controversia entre Jesús y los escribas.
Jesús  había sido declarado, antes, blasfemo por decir que tiene autoridad para perdonar los pecados, Marcos 2, 7. Ahora Jesús dirá que los verdaderos blasfemos son los que le acusan de expulsar los demonios en nombre de Belcebú.
La respuesta de Jesús tiene dos partes:
Versículos 23 – 24: Jesús rechaza el argumento de los escribas. Argumenta Jesús: yo no puedo echar los demonios en nombre de Belcebú. Si así fuera el reino de Belcebú acabará destruyéndose, pues significa que está dividido, y entonces, eso es un signo de que el Reino de Dios ha llegado.
Versículos 25-27: Jesús da su explicación. Ha llegado el que es más fuerte y ha atado a Satanás. Su casa va a ser desvencijada. La casa de Israel ha sido ocupada por Belcebú, pero ha llegado el más fuerte para atarle y llevarle el ajuar.
Jesús es el más fuerte, el que ha atado al señor de la casa (Belcebú), el que le ha despojado y ha liberado al hombre. No reconocerlo es blasfemar contra el Espíritu Santo.
Los escribas no quieren aceptar la presencia del Reino en medio de ellos. El Reino está presente en Jesús y ellos no quieren reconocerlo.
La blasfemia contra el Espíritu Santo consiste en afirmar que allí donde hay más vida para el hombre no está presente Dios, sino el diablo. Esta blasfemia no se perdona. Significa que la persona tiene los ojos y el corazón cerrados por su ideología.
La conclusión del relato es que para pertenecer a la nueva familia no son suficientes los lazos de sangre o de religión.
A la verdadera familia de Jesús pertenecen los que hacen la voluntad del Padre. Los que están en torno a Él, le escuchan y ponen en práctica su enseñanza Marcos 3,31-35. Esos son su madre, hermanos y hermanas. En el texto no se habla del padre. Para Marcos la verdadera familia es la que tiene a Dios como Padre. Padre sólo hay uno, el del cielo, el único bueno. Cfr Marcos 10, 29 - 30
Como vemos el dentro y fuera son categorías existenciales. Los que entienden el verdadero sentido del discipulado y los que no lo entienden.
"Sin embargo, en Marcos.3, 35 Jesús redefine la familia como el grupo formado, no por los hermanos de hecho, sino por los que comparten la voluntad de Dios, tal como Jesús la interpreta. En una sociedad como la judía, este abandono de la familia biológica como la base de la propia identidad tiene un alcance revolucionario, porque los lazos familiares con los hijos de Jacob, especialmente en la línea sacerdotal estaban entre los valores judíos más apreciados. Sin embargo Jesús redefine la familia de esta manera no genealógica, y lo hace en nombre de Dios"[2]
 MARCOS 4,1-34
Las parábolas, como puede verse analizando el vocabulario, son un texto recibido por Marcos, por eso debemos estar muy atentos al trabajo del  redactor para llegar a comprender su teología.
Tenemos en el texto un doble comienzo.
En un primer momento Jesús sale junto al mar para enseñar, como en Marcos.2, 13.
En un segundo momento, ante la gran afluencia de la gente, Jesús sube a una barca para poder enseñar.
Este subir a la barca expresa: en primer lugar el ansia de su enseñanza que tiene el pueblo; en segundo lugar también expresa que Jesús no quiere dejarse manipular por otros mesianismos. Antes había dicho a sus discípulos que le tuvieran preparada una barca Marcos 3,9. Ahora aparece sentado en la barca, sobre el mar, y la multitud está en tierra. Jesús está decidido a realizar su misión, a no dejarse manipular por otras expectativas.
Marcos quiere mostrar también, por medio del  vocabulario (mar, barca), que la enseñanza de Jesús tiene como perspectiva la misión, el nuevo éxodo. A ponerse en marcha y vivir este nuevo éxodo es llamado el pueblo.
"Esta multitud es llamada al éxodo, para alcanzar con El la otra orilla, donde se vence el mal, la enfermedad y la muerte y se da su pan"[3]
Las parábolas nos ponen en relación no sólo con el Jesús Maestro, que enseña, sino también con el Jesús Creyente. Las parábolas expresan su experiencia personal del Reino. No es una ideología la que transmiten las parábolas sino la experiencia de fe de Jesús.
La clave de interpretación de las parábolas es, también el dentro fuera. Los que están dentro del misterio del Reino y lo que están fuera.
"En los evangelios esta palabra (misterio) viene solo en este paso de los sinópticos. Indica una cosa secreta que Dios revela: su proyecto de salvación para todos los hombres"[4]
Las parábolas quieren explicar este misterio del Reino y quiénes son los que están "dentro" de él y quiénes fuera. El dentro y fuera se explica por la actitud ante la "Palabra" (logos). El mismo vocabulario nos orienta en esta dirección. Nos pide un discernimiento de nuestra actitud  ante la Palabra. "El que tenga oídos para oír, que oiga" Marcos 4,9. 23. Jesús Maestro enseña la Palabra (9 veces) y se nos pide la actitud de escucha (11 veces). El misterio del Reino anunciado en la Palabra es el amor universal del Padre. Quienes lo entienden y aceptan están dentro, en ellos la Palabra ha dado fruto. Los que no lo entienden ni aceptan, están fuera, en ellos la Palabra no da fruto.
Todo lo que Jesús hace y enseña es sembrar la Palabra. En realidad es su persona la verdadera Palabra sembrada. Esta Palabra es sembrada en todo terreno. Depende de las personas el aceptar o rechazar esta Palabra. En realidad es Jesús la verdadera Parábola del Reino.
Las parábolas se relacionan por otro lado con el "secreto mesiánico". Así como sus signos pueden ser mal interpretados en un sentido mesiánico falso, lo mismo su enseñanza puede ser mal interpretada. Por eso Jesús va a hablar en parábolas a los de fuera. Las parábolas equivalen al no hacer público los signos. Los signos como la enseñanza de Jesús solo pueden ser entendidos desde el sentido de la cruz. Esto provoca una tensión.
"Tensión, pues, entre dos polos, queridos ambos por Marcos. El evangelista se esfuerza en salvaguardar, por un lado el valor de la Pascua como el instante decisivo de la iluminación de los discípulos, por otro la gran importancia de la relación prepascual de Jesús y de sus discípulos, como de la enseñanza comunicada a parte. Todo tiende hacia el anuncio pascual, pero este kerigma a su vez, a través la mediación de los doce, está indisolublemente enraizado en los acontecimientos del ministerio terrestre de Jesús"[5]
Las parábolas están encuadradas por una fuerte llamada al discernimiento: "el que tenga oídos para oír, que oiga". Discernimiento que debemos realizar sobre el mensaje que estamos escuchando. "Mirad qué escucháis" Marcos 4,24.
La enseñanza en parábolas está estructurada del siguiente modo:
A: 4,1-2: Introducción.
I: 4,3-9: Sembrador.
II: 4,10-12: Razón para hablar en parábolas. "les decía"
4,13-20: Explicación de la parábola. "les dice"
II 4,21-25: Dichos enigmático. "les decía"
I: 4,26-29: Parábolas de la semilla que crece sola.
II: 4,30-32: Parábola del grano de mostaza.
A': 4,33-34: Conclusión.
La clave de interpretación como hemos dicho está en el misterio del Reino, y la subsiguiente explicación sobre los que están dentro o fuera.
Los terrenos en la parábola son dos, y no cuatro. Está la semilla que cae al borde del camino y la que cae en buena tierra. O se da fruto o la Palabra queda estéril.
La que cae al borde del camino: una parte cae entre piedras, la otra cae entre espinas.
Esto podemos justificarlo incluso desde un punto de vista textual. Al "ho men" se opone el "alla" que indica una contraposición incluso más fuerte que el "ho de".
El "allo... allo" tiene valor distributivo. Una parte otra parte.
"Eqeinos" es una antítesis de "houtos". Y el "kai houtos" equivale al "atque si" latino.
En realidad es Satán quien roba la palabra del corazón. Piedras y espinas son la expresión de las diferentes ideologías mesiánicas con los cuales Satán deja infecundo el verdadero mesianismo de Jesús. Piedras y espinas son la levadura de los fariseos y de los herodianos. Los pájaros, que comen la palabra y que luego vendrán a anidar a la sombra del árbol de mostaza, son también expresión de ese doble mesianismo, el mesianismo particularista y religioso de los fariseos y el mesianismo político y de gloria de los herodianos, que al final serán dominados por el mesianismo de Jesús.
Son estos mesianismos los que van a dejar ciegos y sordos a los discípulos, y contra los cuales pone en guardia Jesús a sus discípulos (Marcos 8,15).
Satán es el que tienta. Los tentadores en el evangelio de Marcos son los fariseos y los herodianos, que se ponen de acuerdo para dar muerte a Jesús.
También Pedro ejercerá esta función entre los discípulos, por eso es apodado "piedra". Satán tienta, busca que el discípulo se ponga delante del Maestro, primando sus deseos y su ideología. Por eso Jesús dirá a Pedro: "Detrás de mí, Satán".
La semilla que cae entre piedras representa a aquellos que aceptan a Jesús, pero ante la dificultad se escandalizan, se alejan de él porque no quieren dificultades. Se escandalizarán: los de Nazaret, como también los discípulos cuando llegue la dificultad. No tienen una actitud de escucha permanente de la palabra. Su escucha es ocasional (verbo en subjuntivo aoristo).
La semilla que cae entre espinas representa la seducción de la riqueza y de la gloria: Herodes que festeja su cumpleaños con la gente importante de Galilea y da muerte a Juan; el joven rico incapaz de dejar sus riquezas; el ciego de Jericó que está junto al camino, imposibilitado para seguir a Jesús en su subida hacia Jerusalén. Son ejemplos de esta semilla caída entre espinas. También estos escuchan ocasionalmente..
Los que dan fruto viven en una actitud permanente de escucha de la palabra (verbo en presente indicativo). Esta actitud de escucha permanente es la que hace que la palabra vaya dando fruto.
MARCOS 4, 21 - 23
La lámpara es la Palabra que está puesta para alumbrar y no para poner bajo la cama, es decir, para revelar el secreto de Dios. Este secreto que, como hemos dicho, es su amor universal, un amor que no hace acepción de personas. Este amor es el que será revelado. Este amor se revela en la curación de la hija de la Sirio fenicia. Es allí donde la hija, que está sobre la “cama”, será curada por Jesús. Son los dos únicos pasajes en que es utilizada la palabra (kline). En este momento se revela el amor universal a todos los hombres. Dios no reserva el pan "sólo a sus hijos".
La lámpara que viene es Jesús. Es su vida la que ilumina y revela el misterio del Reino y el amor de Dios.
MARCOS 24 - 25
¿Cuál es la medida? Puedo escoger como medida la ley o el amor universal de Dios. Con la medida que escoja, seré medido. Someterse a la ley o aceptar el amor universal de Dios. La parábola de los talentos nos orienta también en la interpretación. El que hace fructificar la palabra en él, recibirá cada vez más. Comprenderá cada vez más el misterio del Reino, el amor universal del Padre. El que no hace fructificar la palabra, se le quitará. No llegará a entender el mensaje del Reino. Al que escucha sus deseos, Satán le roba la palabra del corazón. Irá quedándose ciego y sordo (fuera) poco a poco.
El grano que crece solo
Marcos interpreta la parábola en clave cristológica. El Padre ha sembrado la semilla de la Palabra en Jesús, la tierra buena. Cuando llegue la cosecha, la semilla dará el fruto (entregará). En el momento de Pascua (cuando Jesús es entregado) la Palabra dará todo su fruto. El "sobre la tierra" hace alusión a Getsemaní. Jesús en Getsemaní “cae sobre la tierra” Marcos 14, 35. Jesús es la Palabra que es sembrada por el Padre y que aceptará de sembrarse a sí mismo. En su muerte esta Palabra entregará el fruto de la vida, es el momento de la cosecha.
La parábola expresa la convicción de que el Reino es obra de Dios, y dará fruto, acabará implantándose.
"La llegada del Reino de Dios no es, en modo alguno, producto del obrar de los hombres. Se trata de una intervención de Dios que da lugar a posibilidades y configuraciones nuevas en la vida humana. No se puede acceder a ella a través de un comportamiento moral irreprochable, ni de una lucha política violenta. Sino que dice relación a un don, a una gracia"[6]
Ese don, esa gracia es la aceptación de este amor universal de Dios.
El grano de mostaza
El grano de mostaza es pequeño. Los inicios del Reino apenas empiezan a aparecer. Ese es el sentimiento de los discípulos. Jesús les da la esperanza de que se convertirá en un gran árbol. Entonces el mesianismo de Jesús se revelará "verdaderamente éste era Hijo de Dios", triunfará, y los otros mesianismos se le someterán, vendrán a cobijarse a su sombra.
Este texto hace referencia al relato de la Transfiguración. Jesús es la verdadera "nube” (sekina) de Dios, la verdadera tienda del encuentro con Dios. Los otros mesianismos, como el de Moisés y Elías, se le someterán. "Por eso le asignaré una porción entre los grandes y repartirá botín con los poderosos" Isaías 53,12. No pueden hacerse tres tiendas. Sólo hay una tienda en la que el Señor revela su presencia: "Este es mi Hijo, escuchadle"
Las parábolas tienen una doble lectura: cristológica y eclesial. Debemos preguntarnos en qué contexto de la vida de Jesús y de la vida de la Iglesia debemos situarlas. El contexto en la vida de Jesús es el de la creación de la nueva familia universal de Dios. En la vida de la Iglesia es la llegada del Reino que se hace esperar.
 MARCOS 4,35-41
La barca, como hemos dicho es símbolo de Jesús y los discípulos en misión. La barca expresa la dimensión universalista de la misión, va de una orilla a otra, de tierra pagana a tierra de Israel (cfr. Marcos 4,35; 5,21) Por medio de la barca expresa también Marcos la dificultad de los discípulos en aceptar esta misión universalista.
Llegada la tarde Jesús les manda ir a la otra orilla y no obedecen, por eso se levantará una gran tormenta como en el relato de Jonás que no quiere dirigirse a Nínive. En Marcos 6,46 Jesús les manda dirigirse a Betsaida, tierra pagana, y ellos no lo aceptan, por eso volverá a levantarse un gran viento contrario.
Los discípulos no aceptan esta salvación universal de Dios.
El gran viento es expresión de la ideología que les va dominando y que intenta hacerles perecer, es el espíritu inmundo que les posee. Por eso el relato tiene la forma de un exorcismo. Jesús les deja tomar la iniciativa, pero se echa a dormir. Sólo ante la petición de los doce calma la tempestad. Jesús les reprocha su falta de fe, su no fiarse de su palabra.
Este relato, como se ve, tiene muchos puntos de contacto con el endemoniado de la sinagoga, Marcos 1,20-28. Mandar callarse. Calma grande. La admiración: ¿quién es este a quien el viento y el mar obedecen?"
Los discípulos no conocen a Jesús, no aceptan su palabra.
Es clave para la interpretación del texto la expresión: "había otras barcas con El" (frase inciso). Marcos contrapone dos estilos de comunidades. Aquellas que están con Jesús, que aceptan su mensaje, que le siguen. Estas no están sometidas a la tempestad. Tienen fe, se fían de su Maestro. Frente a estas barcas que no se ven amenazadas por el mar y el viento, está la barca de los doce. Ellos se han adueñado de Jesús, se han puesto delante del Maestro, no quieren ir donde El indica, no le conocen. La barca está amenazada por el viento y la tempestad. Pueden perecer. Sólo si se dan cuenta e invocan al Maestro pueden salvarse.

 MARCOS 5,1-20
Después de la travesía en barca Marcos nos muestra a Jesús como liberador universal, tanto de paganos como de judíos. Lo hace relatándonos los milagros del geraseno y de la hemorroísa y de la hija de Jairo. Pero ¿cómo entender los milagros?
"Aquí los milagros son concebidos como parte de la acción salvífica de Dios en favor de los hombres y de la creación; no pueden de ninguna manera aislarse de esa acción. Cuando habla de milagro, el Antiguo Testamento no indica algo extraño o excepcional, sino más bien la obra de Dios en la creación y en la historia, nada pues más regular y normal a los ojos de un hombre de fe. Ciertamente, cuanto sucede por obra de Dios es siempre sorprendente, extraordinario para un mundo que le cuesta reconocer su presencia"[7]
Basta leer Deuteronomio. 3,23-24 y el Salmo 107 para comprenderlo.
Por lo tanto el milagro acaece en medio de la vida ordinaria y real del hombre. El éxodo, la obra de salvación realizada por Dios con el pueblo de Israel, es la clave para comprender la historia de cada hombre.
El relato del geraseno expresa la situación del pueblo pagano y a Jesús como el más fuerte que ata a Satán.
En primer lugar llama la atención el que sea Jesús sólo quien baja de la barca, los discípulos desaparecen de la escena, no le acompañan.
La descripción del endemoniado es muy detallada: vive en los sepulcros (3 veces), nadie puede atarle, rompe las cadenas, se destruye a sí mismo. Su situación es de muerte, es una situación límite.
La primera petición del endemoniado es que no le atormente. Se siente amenazado ante la presencia de Jesús. Marcos nos dice la razón de esa petición del endemoniado. Jesús había mandado salir al demonio. En el diálogo se pone de relieve que el espíritu inmundo es corporativo. Primero habla en singular, luego en plural: somos muchos. Se habla de una situación de personas.
A la pregunta de Jesús al endemoniado sobre su nombre, éste responde: me llamo legión. Hace, pues, alusión a una tierra de cultura romana. Además si hay rebaños de cerdos, animal impuro para los judíos, no puede ser tierra judía.
La segunda petición del espíritu inmundo es que le deje en la región. Por eso piden poder ir a los cerdos. El espíritu inmundo busca la posesión de la riqueza, ansía esa riqueza. Jesús se lo permite y los cerdos se “ahogan” en el mar, símbolo del mal. La riqueza debe ser ahogada para que el hombre se libere. Mientras la riqueza no sea ahogada, el hombre no puede ser liberado, la tierra no puede dar fruto. La semilla  que cae entre espinas, también, se ahoga.
Los porquerizos van a avisar a sus amos de lo ocurrido. Estos corren al lugar de los hechos y encuentran a Jesús junto al endemoniado en su sano juicio, liberado, bien vestido. Los porquerizos piden a Jesús que se aleje de su país. Siguen prefiriendo la riqueza a la liberación del hombre.
Jesús vuelve a la barca y el hombre liberado le pide ser su discípulo. Jesús le dice que se quede en la región anunciando la obra de Dios. Jesús marcha de tierra pagana, pero su presencia continúa en el mensaje del hombre liberado.
Jesús aparece en el relato como el más fuerte, el único que ha podido atar a Satanás y liberar al endemoniado.  Aquí Jesús no impone el secreto mesiánico por ser tierra pagana.

 MARCOS 5,21-43
Este texto tiene una estructura concéntrica.
Versículos 21 – 24: Petición de Jairo sobre su hija.
Versículos 25 – 34 Curación de la hemorroisa.
Versículos 35 – 43 Curación de la hija de Jairo.
Ambas curaciones tienen relación con el pueblo judío: la alusión al número doce que aparece en las dos curaciones, el uso de la palabra "pueblo" y el de jefe de la sinagoga nos muestran que las curaciones tienen que ver con la situación del pueblo.
En el centro del relato está la curación de la hemorroísa. El relato comienza diciendo que había una multitud que seguía a Jesús y lo apretujaba. El verbo es el mismo que ha empleado Marcos en 3,9 y que expresaba el ansia de liberación del pueblo. Además sirve narrativamente para poner de relieve la cuestión central del relato: "el tocar".
Marcos se detiene en presentar la situación límite de la mujer: padece hemorragias, sufre mucho, los médicos no la han curado.
Los médicos de Israel son incapaces de curar al pueblo. No son como Jesús que ha venido a llamar a los enfermos, Marcos 2,17. Ellos sólo saben comer los bienes de la mujer. Son como los escribas que con oraciones roban el dinero de las viudas Marcos 12,40.
A continuación viene descrito el gesto de la mujer. Primero se mezcla con la multitud, cosa que le estaba prohibida a causa de su estado de impureza.  Luego toca el manto de Jesús diciéndose: si logro tocarlo quedaré sanada.
En tercer lugar viene descrita la nueva situación de la mujer: ha quedado sanada.
Jesús es aquél que abre las fuentes de la vida, como hizo con el hombre de la mano seca Marcos 3,1-6 y el que seca las fuentes de la muerte, como ha hecho aquí con la hemorroísa. Quizá tengamos una alusión aquí al segundo tipo de terreno de las parábolas: la actitud de los escribas seca la palabra sembrada por Jesús en medio del pueblo.
Ante este hecho que permanece oculto, Jesús plantea una pregunta: ¿Quién me ha tocado? Jesús ha sentido salir de su persona una fuerza (dynamis) y pregunta por quién la ha provocado. Los discípulos le dicen: el pueblo te apretuja y preguntas quién te ha tocado. Esta respuesta de los discípulos plantea el tema central del relato. Tocar a Jesús no es un simple contagio físico. La fuerza que sale de Jesús no es magia. Es una fuerza que viene de Dios por medio de Jesús y que obra por la fe, por la confianza puesta en él. Esto es lo que Jesús quiere que quede manifiesto a todo el pueblo. Por eso la segunda parte del relato es la de la manifestación. El gesto de la hemorroísa queda como arquetipo de la actitud que debe adoptar el pueblo.
Se dice que Jesús mira para ver "quién era la que le había tocado". ¿Es que Jesús  ya conoce  la persona que le ha tocado? Es lo que el texto insinúa.
La mujer  asustada confiesa toda la verdad. Jesús confirma su curación a causa de su fe. Una curación total hecha de paz y de liberación.
El pueblo si quiere ser liberado debe "tocar" a Jesús con fe, aceptando su persona y su mensaje.
El relato de la hija de Jairo describe también la situación del pueblo.
Vienen a anunciar a Jairo que su hija ha muerto. Jesús le pide que siga creyendo.
Al entrar en casa con Jairo y sus tres discípulos toda la gente está llorando y lamentándose. Jesús les pide que se callen: la niña no está muerta sino dormida. Esta frase es la que da coherencia a la frase que dirá Jesús después a Jairo y sus discípulos: les rogaba que no lo dieran a conocer.
Jesús toma de la mano a la niña y la levanta. Y dice el texto: la niña tenía doce años.
Alusión clara al pueblo y que se relaciona con los doce años que lleva enferma la hemorroisa.
El pueblo de Israel viene descrito como estando en las últimas, sin salida posible, "no molestes al maestro", está muerta. Esta situación es debida a que están "como ovejas sin pastor" Marcos 6,34. La sinagoga no da de comer al pueblo, no le salva, no le libera. Por eso dice Jesús a los padres de la niña: "dadla de comer". Jesús aparece como aquél que puede dar vida y salvar al pueblo. Pero para ello hay que tener fe en su doctrina y en su mesianismo.
 MARCOS 6,1-6
Esta parte forma una inclusión con Mc. 3,7b-12. Jesús rompe definitivamente con la sinagoga, ya no volverá entrar en ninguna y rompe, también, con su familia.
"La palabra libera de las proximidades excesivas, pueblo, nación cultura. La palabra rompe en lo vivo los lazos carnales" [8]
Se distinguen en el texto dos partes.
Una, versículos 1 – 4, donde se relatan  las palabras de los que escuchan y las de Jesús.
La segunda parte es de estilo narrativo, en la tercera persona, versículos 5 – 6.
En el relato se pasa de los hechos a su interpretación. El recorrido se hace en espiral y en dos tiempos:
En la primera parte: Jesús enseña en la sinagoga un día de sábado. Los  que escuchan reaccionan y añaden a la enseñanza los actos de poder que realiza Jesús. En un segundo nivel, el de la interpretación, se introduce la frase  “¿de dónde le  viene esto a éste?”
Las palabras citadas por Jesús, “nadie es profeta en su tierra” constituye un tercer nivel de interpretación. Es el mismo Jesús quien  interpreta lo que sucede.
En la segunda parte tenemos un nuevo hecho de base, la imposibilidad de Jesús de realizar ningún acto de poder en la sinagoga. Jesús lo interpreta a partir de la falta de fe. “¿Quién ha dado a éste esta sabiduría?
“Lo que choca no es el carácter excepcional de las cosas que hace, sino el hecho de que estas cosas pasen por Él, que la sabiduría le haya sido dada a Él, que el poder se ejerza por sus manos. La cuestión no se pone en “estas cosas”, sino sobre la relación entre estas cosas y éste, como si eso fuese incompatible”[9]
El lector sabe que esa relación es compatible, pues en el relato del Bautismo el Padre ha dicho: Este es mi Hijo en quien me complazco. Sus paisanos no lo aceptan.
¿Cómo explicar la ausencia de José en la lista de familiares?
La ausencia puede explicarse:
O bien porque Marcos no se interesa a la descendencia davídica de Jesús.
O porque quiere poner de relieve la familia simbólica en la cual la presencia del padre siempre está vacía. Sólo hay un padre.
Los habitantes de Nazaret se cierran a la verdad prefiriendo permanecer cerrados en sus evidencias, Jesús no puede curar debido a su falta de fe. Comparando este texto con el de la hemorroísa comprendemos cuál es la fuerza que actúa en Jesús. Como dice Delorme:
“Este poder parece jugar el papel de advertir a Jesús que no es dueño de él. Sale de él en provecho de la mujer hemorroísa, sin que él tenga que ver, se rechaza a los compatriotas sin que él lo retenga. Se lo apropia tan poco que cuando se ejerce, él ve en la fe del otro la causa de salvación que ella esperaba de él. Por el contrario si el poder no obra, no es él sino la falta de fe lo que falta. Basta ver algunos seres débiles que acuden a él para atestiguarlo." [10]
Esta relación entre poder de Jesús y fe crea un ámbito de apertura, una relación profunda entre gracia y libertad. La gracia es don, es gratuita, no es mágica. La libertad del hombre no es forzada, es llamada a esa apertura y en ella encuentra todo su sentido.
"El encuentro en el que la fe se revela no se juega sólo entre él y sus partenaires. Se convierte en el lugar de una apertura, de un lugar vacío, marcado por la intervención o no del "poder". El encuentro tiene lugar a dos a nivel de los actores del relato. No puede decirse que se realiza a tres, con un tercero ausente de escena. Pero a dos implica más que ellos y compromete el Otro que no forma parte del número con ellos.  
“De modo que Jesús no se atribuye el éxito y no hace del fracaso un revés personal. El participa en una prueba en la que el juego está en la apertura o no a la realidad de lo que se propone por su boca o por su mano." [11]


[1]Mateos: El evangelio de Marcos I. Ediciones el Almendro. Córdoba 1992: p.319
[2]Howard Clark Kee : " ¿Qué podemos saber sobre Jesús ? " Ed. Almendro. Córdoba 1992. P. 89
[3]Silvano Fausti: Ricorda e racconta il vangelo. Ancora. Milano1994 p.131
[4]Silvano Fausti: Ricorda e racconta il vangelo. Ancora. Milano1994 p.137
[5]Fusco, V : " L'economie de la Révélation dans l'evangile de Marc ". N.R.T. p.554
[6]Hermann Schaluck : Todos vosotros sois hermanos y hermanas. V.R. 199 nº ?
[7]A. Spreafico: Marco, el primo Vangelo. Urbaniana p.69
[8]Delorme, J. : " Jésus mésestimé et impuissant dans sa patrie " NRT. Nº 121 (1999) p.3-22
[9] Delorme, J: Parole et récit évangéliques. Ediciones Cerf. Canadá 2006 p. 156.
[10]Delorme, J. : " Jésus mésestimé et impuissant dans sa patrie " NRT. Nº 121 (1999) p.3-22
[11]Delorme, J. : " Jésus mésestimé et impuissant dans sa patrie " NRT. Nº 121 (1999) p.3-22

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