1.- JUSTIFICACION DE LA ESTRUCTURA.
Tenemos en primer lugar el sumario de Marcos 3,7-12 que sirve de
apertura a lo que se va a decir en la sección. La parte que estudiamos forma
parte de lo que se llama la sección de los Doce. En Marcos 3,13-19 se dice que
Jesús llama a los Doce para estar con Él y enviarles en misión. Marcos nos
informa de este modo que Jesús ha creado el nuevo Israel, la nueva comunidad.
En esta sección los Doce están con Él en la barca y contemplan lo que Jesús
enseña y hace. A partir de Marcos 6,7 los Doce serán enviados en misión.
Esta sección viene dominada por
la controversia "dentro-fuera" entre Jesús, su familia y los
escribas. Jesús rompe con su familia de sangre y con la sinagoga. A partir de
Marcos 6, 1 – 6 Jesús no vuelve a entrar en la sinagoga Él ha formado una nueva
familia compuesta por aquellos que hacen la voluntad de su Padre del cielo.
Las parábolas volverán a tomar
el tema del “dentro – fuera” en relación con el Misterio del Reino. Jesús
distingue entre los que están dentro del misterio del Reino y los que están
fuera. Existe un dentro y un fuera en relación con la ley, en el que Jesús está
fuera. A éste dentro – fuera Jesús contrapone otro dentro - fuera según el Reino
de Dios.
"Fuera (Exo): la expresión
pertenece a la escolástica rabínica y se utilizaba para designar a los herejes,
a los judíos no creyentes y a los paganos"
Después de las parábolas Jesús
sale en la barca con los discípulos hacia la misión. Es la realización de su
enseñanza sobre el Reino. La misión que el Padre le ha encomendado es una
misión liberadora universal. Una misión liberadora del pueblo pagano (geraseno)
y una misión liberadora del pueblo judío (Hija de Jairo y hemorroísa)
Los cerdos se ahogan en el mar
junto con los espíritus inmundos. O se ahogan las riquezas que seducen nuestro
corazón o se ahoga la semilla de la Palabra sembrada en la tierra.
La hemorroísa aparece como el
ejemplo de la actitud que debe adoptar el pueblo para ser liberado:
"Tocar" a Jesús con fe.
El hombre de la sinagoga (Marcos
3,1-6) tenía la mano seca. La hemorroisa sufre flujos.
Jesús abre las fuentes de la
vida y cierra las fuentes del mal.
Esta opción de Jesús por una
misión universal llevará a sus paisanos a escandalizarse de Él. Han acogido su
mensaje con alegría en Marcos 1,20-28, ahora en Marcos 6, 1 – 6 se
escandalizan.
Dos temas dominan y se
entremezclan en esta sección: el tema de los Doce y el tema del dentro – fuera.
2.- COMENTARIO
Este sumario manifiesta el ansia de liberación que tiene el pueblo.
Esta ansia viene expresada por la repetición de "una gran multitud"
en forma de inclusión: una gran multitud – una multitud grande.
La misión de Jesús, como hemos
dicho, es una misión universal que abarca a todos los hombres y a todos los
pueblos. El número de pueblos nombrados que van hacia Jesús son siete,
expresión de la universalidad de todos los pueblos.
La petición a los discípulos de
"preparar una barca para que no lo opriman" expresa dos cosas:
Por un lado ese mismo deseo de
liberación del pueblo. Al oír lo que ha hecho todos acuden a Él para ser
liberados.
Por otro lado expresa la
progresiva incomprensión y falta de aceptación de su mesianismo. Quieren hacer
de su mesianismo un mesianismo davídico, de poder y de gloria. Por eso Jesús
pide a los discípulos que le tengan preparada una barca, símbolo de la misión.
Jesús quiere mantener su opción universalista, y no dejarse manipular por otras
expectativas mesiánicas.
Jesús libera y cura del látigo
del mal "mastigax" a los enfermos. En este sumario no se dice que
Jesús expulse demonios sino que los demonios le conocen. Jesús les prohíbe que
hagan ese conocimiento manifiesto. Más adelante, en Marcos 6, 14, veremos cómo
ese conocimiento se ha ido manifestando: “pues su nombre se hizo manifiesto”.
El trabajo de los espíritus
inmundos difundiendo su concepción mesiánica va haciendo camino y creando
sospechas en el pueblo sobre la identidad de Jesús. En Marcos 5,38 los que
chillan por la muerte de la hija de Jairo se ríen de El cuando dice que la niña
está dormida.
En Marcos 1,34, que es otro
sumario, Jesús expulsa demonios y cura de muchas enfermedades. Aquí cura de
enfermedades, pero no se dice que expulsa demonios. En Marcos 1,34 se dice que
manda callar a los endemoniados porque le conocían, pero ellos no le dan ningún
título. Aquí chillan llamándole "Hijo de Dios". Hijo de Dios es,
también, el título del rey.
Ahora, ante el fracaso de poder
manipular a Jesús, cambiarán de táctica. Hasta ahora Jesús era reconocido como
Mesías. A partir de ahora ya no será reconocido como Mesías por los judíos,
intentarán identificarlo con Juan Bautista, con un profeta o con Elías. No
puede ser el Mesías, argumentarán, porque Elías debe venir primero como dirán
los escribas en Marcos 9, 11 - 13.
Es el relato de la llamada de los Doce. Con esta llamada empieza la
sección de los Doce en esta etapa del ministerio de Jesús.
Jesús sube al monte para
llamarlos. El monte es el lugar de encuentro con Dios y de revelación.
Dice el texto que llama a los
que Él quiere. La iniciativa de la llamada es siempre de Jesús. Es Él el que
llama, no el discípulo el que toma la iniciativa de seguirle.
"Hizo doce" Jesús crea
el nuevo pueblo de Dios, la nueva casa mesiánica, el nuevo pueblo. Este pueblo
tiene como misión "estar con Él", y "predicar y tener poder para
expulsar demonios". Tienen la misión de enseñar con autoridad como el
Maestro, no pueden enseñar como los fariseos. Debe ser una enseñanza liberadora
y salvadora del pueblo.
En realidad, estar con Él y
anunciar y expulsar demonios es una única opción. Se está con El haciendo lo
que El hace y anunciando lo que El anuncia.
En la lista de nombres hay una
doble inclusión que separa, por un lado, a Pedro, Juan y Santiago del resto de
los doce: “Les puso el nombre – les puso el nombre”. Los tres vienen también
separados del resto de los doce a lo largo de todo el evangelio.
Pedro, es la piedra, la Palabra
que cae entre piedras. Los hijos del trueno, como los hijos de la gloria
pedirán los primeros puestos en el reino
mesiánico que ellos desean.
"Los sobrenombres o apodos
avisan al lector para que preste atención al modo de actuar de estos tres
discípulos, cuyos antecedentes no les ayudan a comprender el mensaje
universalista ni la misión del nuevo Israel"[1]
En la lista siguen los nombres
de los otros ocho discípulos, separados de los tres anteriores, pero formando
los once nombres una inclusión por medio
de la repetición de la palabra Simón. Esta inclusión separa a Judas del resto.
Los doce están pues divididos en
tres grupos: los tres primeros, con sobrenombre; los otros ocho; y Judas. Hay
algunos elementos chocantes en la lista de nombres. Los nombres de Simón y de
Santiago se repiten. ¿Pura casualidad? ¿Por qué Leví el de Alfeo es ahora
Santiago el de Alfeo? ¿Son la misma persona o son diferentes? ¿Será algo
intencionado buscado por Marcos?
Con todo lo más importante es el
número doce que expresa la constitución del nuevo pueblo mesiánico, la creación
de la nueva casa de Israel.
En el grupo de los doce están
representadas todas las tendencias de Israel.
"Cuando Jesús se rodeaba de
un círculo de discípulos, en el que estaban representadas todas las tendencias
del judaísmo palestiniense, quería decir que esto debía convertirse en signo
para Israel: aquí es reunido el desgarrado pueblo de Israel, como familia de
Dios, en virtud del mensaje escatológico de salvación"
El texto tiene una estructura concéntrica o de bocadillo.
Versículos 20 -21: La familia va
a buscar a Jesús.
Versículos 22 – 30 Bajan los
escribas de Jerusalén. Controversia sobre su poder.
Versículos 31 – 35: Su familia
se hace anunciar a Jesús.
En el texto hay una
contraposición entre "dentro y fuera". La cuestión fundamental es: ¿Cuál
es la verdadera familia? ¿Quién está dentro y quien está fuera? ¿Cuál es el
verdadero lazo que aúna a esta familia?
Dice el relato que se presentan
sus familiares. Vienen a buscarlo y a llevárselo con ellos porque dicen que
"está fuera de sí.” Su persona ha comenzado a provocar la sospecha y la
controversia. Las complicaciones se han ido haciendo presentes. Signo de ello
es que la noticia de su persona ha llegado a Jerusalén y han venido los
escribas para juzgar su doctrina y su modo de actuar. Esta situación es la que
ha provoca el miedo en su familia que no quiere problemas con la institución
religiosa. Por eso han ido a buscarlo. Su familia acabará escandalizándose de
Él, como se dice en Mc.6, 1-6. Al entusiasmo sigue el escándalo como se dirá en
las parábolas de la semilla que cae entre piedras.
Ante esta situación Jesús
declara que para formar parte de la familia de Dios no sirven los lazos de
carne y sangre.
Continúa el texto diciendo que
se presentan los escribas que vienen de Jerusalén. Estos le acusan de expulsar
los demonios con el poder del príncipe de los demonios.
A éstos Jesús les va a hablar en
parábolas. En Marcos 4, 11 leemos: a los de fuera les hablaba en parábolas. Los
escribas están fuera del misterio del Reino.
Viene a continuación la controversia
entre Jesús y los escribas.
Jesús había sido declarado, antes, blasfemo por
decir que tiene autoridad para perdonar los pecados, Marcos 2, 7. Ahora Jesús
dirá que los verdaderos blasfemos son los que le acusan de expulsar los
demonios en nombre de Belcebú.
La respuesta de Jesús tiene dos
partes:
Versículos 23 – 24: Jesús
rechaza el argumento de los escribas. Argumenta Jesús: yo no puedo echar los
demonios en nombre de Belcebú. Si así fuera el reino de Belcebú acabará
destruyéndose, pues significa que está dividido, y entonces, eso es un signo de
que el Reino de Dios ha llegado.
Versículos 25-27: Jesús da su
explicación. Ha llegado el que es más fuerte y ha atado a Satanás. Su casa va a
ser desvencijada. La casa de Israel ha sido ocupada por Belcebú, pero ha
llegado el más fuerte para atarle y llevarle el ajuar.
Jesús es el más fuerte, el que
ha atado al señor de la casa (Belcebú), el que le ha despojado y ha liberado al
hombre. No reconocerlo es blasfemar contra el Espíritu Santo.
Los escribas no quieren aceptar
la presencia del Reino en medio de ellos. El Reino está presente en Jesús y
ellos no quieren reconocerlo.
La blasfemia contra el Espíritu
Santo consiste en afirmar que allí donde hay más vida para el hombre no está
presente Dios, sino el diablo. Esta blasfemia no se perdona. Significa que la
persona tiene los ojos y el corazón cerrados por su ideología.
La conclusión del relato es que
para pertenecer a la nueva familia no son suficientes los lazos de sangre o de
religión.
A la verdadera familia de Jesús
pertenecen los que hacen la voluntad del Padre. Los que están en torno a Él, le
escuchan y ponen en práctica su enseñanza Marcos 3,31-35. Esos son su madre,
hermanos y hermanas. En el texto no se habla del padre. Para Marcos la
verdadera familia es la que tiene a Dios como Padre. Padre sólo hay uno, el del
cielo, el único bueno. Cfr Marcos 10, 29 - 30
Como vemos el dentro y fuera son
categorías existenciales. Los que entienden el verdadero sentido del
discipulado y los que no lo entienden.
"Sin embargo, en Marcos.3,
35 Jesús redefine la familia como el grupo formado, no por los hermanos de
hecho, sino por los que comparten la voluntad de Dios, tal como Jesús la
interpreta. En una sociedad como la judía, este abandono de la familia
biológica como la base de la propia identidad tiene un alcance revolucionario,
porque los lazos familiares con los hijos de Jacob, especialmente en la línea
sacerdotal estaban entre los valores judíos más apreciados. Sin embargo Jesús
redefine la familia de esta manera no genealógica, y lo hace en nombre de
Dios"[2]
Las parábolas, como puede verse analizando el vocabulario, son un
texto recibido por Marcos, por eso debemos estar muy atentos al trabajo
del redactor para llegar a comprender su
teología.
Tenemos en el texto un doble
comienzo.
En un primer momento Jesús sale
junto al mar para enseñar, como en Marcos.2, 13.
En un segundo momento, ante la
gran afluencia de la gente, Jesús sube a una barca para poder enseñar.
Este subir a la barca expresa: en
primer lugar el ansia de su enseñanza que tiene el pueblo; en segundo lugar
también expresa que Jesús no quiere dejarse manipular por otros mesianismos.
Antes había dicho a sus discípulos que le tuvieran preparada una barca Marcos
3,9. Ahora aparece sentado en la barca, sobre el mar, y la multitud está en
tierra. Jesús está decidido a realizar su misión, a no dejarse manipular por
otras expectativas.
Marcos quiere mostrar también,
por medio del vocabulario (mar, barca),
que la enseñanza de Jesús tiene como perspectiva la misión, el nuevo éxodo. A
ponerse en marcha y vivir este nuevo éxodo es llamado el pueblo.
"Esta multitud es llamada
al éxodo, para alcanzar con El la otra orilla, donde se vence el mal, la
enfermedad y la muerte y se da su pan"[3]
Las parábolas nos ponen en
relación no sólo con el Jesús Maestro, que enseña, sino también con el Jesús
Creyente. Las parábolas expresan su experiencia personal del Reino. No es una
ideología la que transmiten las parábolas sino la experiencia de fe de Jesús.
La clave de interpretación de
las parábolas es, también el dentro fuera. Los que están dentro del misterio
del Reino y lo que están fuera.
"En los evangelios esta
palabra (misterio) viene solo en este paso de los sinópticos. Indica una cosa
secreta que Dios revela: su proyecto de salvación para todos los hombres"[4]
Las parábolas quieren explicar
este misterio del Reino y quiénes son los que están "dentro" de él y
quiénes fuera. El dentro y fuera se explica por la actitud ante la
"Palabra" (logos). El mismo vocabulario nos orienta en esta
dirección. Nos pide un discernimiento de nuestra actitud ante la Palabra. "El que tenga oídos
para oír, que oiga" Marcos 4,9. 23. Jesús Maestro enseña la Palabra (9
veces) y se nos pide la actitud de escucha (11 veces). El misterio del Reino
anunciado en la Palabra es el amor universal del Padre. Quienes lo entienden y
aceptan están dentro, en ellos la Palabra ha dado fruto. Los que no lo
entienden ni aceptan, están fuera, en ellos la Palabra no da fruto.
Todo lo que Jesús hace y enseña
es sembrar la Palabra. En realidad es su persona la verdadera Palabra sembrada.
Esta Palabra es sembrada en todo terreno. Depende de las personas el aceptar o
rechazar esta Palabra. En realidad es Jesús la verdadera Parábola del Reino.
Las parábolas se relacionan por otro lado con el "secreto
mesiánico". Así como sus signos pueden ser mal interpretados en un sentido
mesiánico falso, lo mismo su enseñanza puede ser mal interpretada. Por eso
Jesús va a hablar en parábolas a los de fuera. Las parábolas equivalen al no
hacer público los signos. Los signos como la enseñanza de Jesús solo pueden ser
entendidos desde el sentido de la cruz. Esto provoca una tensión.
"Tensión, pues, entre dos
polos, queridos ambos por Marcos. El evangelista se esfuerza en salvaguardar,
por un lado el valor de la Pascua como el instante decisivo de la iluminación
de los discípulos, por otro la gran importancia de la relación prepascual de
Jesús y de sus discípulos, como de la enseñanza comunicada a parte. Todo tiende
hacia el anuncio pascual, pero este kerigma a su vez, a través la mediación de
los doce, está indisolublemente enraizado en los acontecimientos del ministerio
terrestre de Jesús"[5]
Las parábolas están encuadradas
por una fuerte llamada al discernimiento: "el que tenga oídos para oír,
que oiga". Discernimiento que debemos realizar sobre el mensaje que
estamos escuchando. "Mirad qué escucháis" Marcos 4,24.
La enseñanza en parábolas está
estructurada del siguiente modo:
A: 4,1-2: Introducción.
I: 4,3-9: Sembrador.
II: 4,10-12: Razón para hablar
en parábolas. "les decía"
4,13-20: Explicación de la
parábola. "les dice"
II 4,21-25: Dichos enigmático.
"les decía"
I: 4,26-29: Parábolas de la
semilla que crece sola.
II: 4,30-32: Parábola del grano
de mostaza.
A': 4,33-34: Conclusión.
La clave de interpretación como
hemos dicho está en el misterio del Reino, y la subsiguiente explicación sobre
los que están dentro o fuera.
Los terrenos en la parábola son
dos, y no cuatro. Está la semilla que cae al borde del camino y la que cae en
buena tierra. O se da fruto o la Palabra queda estéril.
La que cae al borde del camino:
una parte cae entre piedras, la otra cae entre espinas.
Esto podemos justificarlo
incluso desde un punto de vista textual. Al "ho men" se opone el
"alla" que indica una contraposición incluso más fuerte que el
"ho de".
El "allo... allo"
tiene valor distributivo. Una parte otra parte.
"Eqeinos" es una
antítesis de "houtos". Y el "kai houtos" equivale al
"atque si" latino.
En realidad es Satán quien roba
la palabra del corazón. Piedras y espinas son la expresión de las diferentes
ideologías mesiánicas con los cuales Satán deja infecundo el verdadero
mesianismo de Jesús. Piedras y espinas son la levadura de los fariseos y de los
herodianos. Los pájaros, que comen la palabra y que luego vendrán a anidar a la
sombra del árbol de mostaza, son también expresión de ese doble mesianismo, el
mesianismo particularista y religioso de los fariseos y el mesianismo político
y de gloria de los herodianos, que al final serán dominados por el mesianismo
de Jesús.
Son estos mesianismos los que
van a dejar ciegos y sordos a los discípulos, y contra los cuales pone en
guardia Jesús a sus discípulos (Marcos 8,15).
Satán es el que tienta. Los
tentadores en el evangelio de Marcos son los fariseos y los herodianos, que se
ponen de acuerdo para dar muerte a Jesús.
También Pedro ejercerá esta
función entre los discípulos, por eso es apodado "piedra". Satán
tienta, busca que el discípulo se ponga delante del Maestro, primando sus
deseos y su ideología. Por eso Jesús dirá a Pedro: "Detrás de mí,
Satán".
La semilla que cae entre piedras
representa a aquellos que aceptan a Jesús, pero ante la dificultad se
escandalizan, se alejan de él porque no quieren dificultades. Se
escandalizarán: los de Nazaret, como también los discípulos cuando llegue la
dificultad. No tienen una actitud de escucha permanente de la palabra. Su
escucha es ocasional (verbo en subjuntivo aoristo).
La semilla que cae entre espinas
representa la seducción de la riqueza y de la gloria: Herodes que festeja su
cumpleaños con la gente importante de Galilea y da muerte a Juan; el joven rico
incapaz de dejar sus riquezas; el ciego de Jericó que está junto al camino,
imposibilitado para seguir a Jesús en su subida hacia Jerusalén. Son ejemplos
de esta semilla caída entre espinas. También estos escuchan ocasionalmente..
Los que dan fruto viven en una
actitud permanente de escucha de la palabra (verbo en presente indicativo).
Esta actitud de escucha permanente es la que hace que la palabra vaya dando
fruto.
MARCOS 4, 21 - 23
La lámpara es la Palabra que está puesta para alumbrar y no para poner
bajo la cama, es decir, para revelar el secreto de Dios. Este secreto que, como
hemos dicho, es su amor universal, un amor que no hace acepción de personas.
Este amor es el que será revelado. Este amor se revela en la curación de la
hija de la Sirio fenicia. Es allí donde la hija, que está sobre la “cama”, será
curada por Jesús. Son los dos únicos pasajes en que es utilizada la palabra
(kline). En este momento se revela el amor universal a todos los hombres. Dios
no reserva el pan "sólo a sus hijos".
La lámpara que viene es Jesús.
Es su vida la que ilumina y revela el misterio del Reino y el amor de Dios.
MARCOS 24 - 25
¿Cuál es la medida? Puedo escoger como medida la ley o el amor
universal de Dios. Con la medida que escoja, seré medido. Someterse a la ley o
aceptar el amor universal de Dios. La parábola de los talentos nos orienta
también en la interpretación. El que hace fructificar la palabra en él,
recibirá cada vez más. Comprenderá cada vez más el misterio del Reino, el amor
universal del Padre. El que no hace fructificar la palabra, se le quitará. No
llegará a entender el mensaje del Reino. Al que escucha sus deseos, Satán le
roba la palabra del corazón. Irá quedándose ciego y sordo (fuera) poco a poco.
El grano que crece solo
Marcos interpreta la parábola en clave cristológica. El Padre ha
sembrado la semilla de la Palabra en Jesús, la tierra buena. Cuando llegue la
cosecha, la semilla dará el fruto (entregará). En el momento de Pascua (cuando
Jesús es entregado) la Palabra dará todo su fruto. El "sobre la
tierra" hace alusión a Getsemaní. Jesús en Getsemaní “cae sobre la tierra”
Marcos 14, 35. Jesús es la Palabra que es sembrada por el Padre y que aceptará
de sembrarse a sí mismo. En su muerte esta Palabra entregará el fruto de la
vida, es el momento de la cosecha.
La parábola expresa la
convicción de que el Reino es obra de Dios, y dará fruto, acabará
implantándose.
"La llegada del Reino de
Dios no es, en modo alguno, producto del obrar de los hombres. Se trata de una
intervención de Dios que da lugar a posibilidades y configuraciones nuevas en
la vida humana. No se puede acceder a ella a través de un comportamiento moral
irreprochable, ni de una lucha política violenta. Sino que dice relación a un
don, a una gracia"[6]
Ese don, esa gracia es la
aceptación de este amor universal de Dios.
El grano de mostaza
El grano de mostaza es pequeño. Los inicios del Reino apenas empiezan
a aparecer. Ese es el sentimiento de los discípulos. Jesús les da la esperanza
de que se convertirá en un gran árbol. Entonces el mesianismo de Jesús se
revelará "verdaderamente éste era Hijo de Dios", triunfará, y los
otros mesianismos se le someterán, vendrán a cobijarse a su sombra.
Este texto hace referencia al
relato de la Transfiguración. Jesús es la verdadera "nube” (sekina) de
Dios, la verdadera tienda del encuentro con Dios. Los otros mesianismos, como
el de Moisés y Elías, se le someterán. "Por eso le asignaré una porción
entre los grandes y repartirá botín con los poderosos" Isaías 53,12. No
pueden hacerse tres tiendas. Sólo hay una tienda en la que el Señor revela su
presencia: "Este es mi Hijo, escuchadle"
Las parábolas tienen una doble
lectura: cristológica y eclesial. Debemos preguntarnos en qué contexto de la
vida de Jesús y de la vida de la Iglesia debemos situarlas. El contexto en la
vida de Jesús es el de la creación de la nueva familia universal de Dios. En la
vida de la Iglesia es la llegada del Reino que se hace esperar.
La barca, como hemos dicho es símbolo de Jesús y los discípulos en
misión. La barca expresa la dimensión universalista de la misión, va de una
orilla a otra, de tierra pagana a tierra de Israel (cfr. Marcos 4,35; 5,21) Por
medio de la barca expresa también Marcos la dificultad de los discípulos en
aceptar esta misión universalista.
Llegada la tarde Jesús les manda
ir a la otra orilla y no obedecen, por eso se levantará una gran tormenta como
en el relato de Jonás que no quiere dirigirse a Nínive. En Marcos 6,46 Jesús
les manda dirigirse a Betsaida, tierra pagana, y ellos no lo aceptan, por eso
volverá a levantarse un gran viento contrario.
Los discípulos no aceptan esta
salvación universal de Dios.
El gran viento es expresión de
la ideología que les va dominando y que intenta hacerles perecer, es el
espíritu inmundo que les posee. Por eso el relato tiene la forma de un
exorcismo. Jesús les deja tomar la iniciativa, pero se echa a dormir. Sólo ante
la petición de los doce calma la tempestad. Jesús les reprocha su falta de fe,
su no fiarse de su palabra.
Este relato, como se ve, tiene
muchos puntos de contacto con el endemoniado de la sinagoga, Marcos 1,20-28.
Mandar callarse. Calma grande. La admiración: ¿quién es este a quien el viento
y el mar obedecen?"
Los discípulos no conocen a
Jesús, no aceptan su palabra.
Es clave para la interpretación
del texto la expresión: "había otras barcas con El" (frase inciso).
Marcos contrapone dos estilos de comunidades. Aquellas que están con Jesús, que
aceptan su mensaje, que le siguen. Estas no están sometidas a la tempestad.
Tienen fe, se fían de su Maestro. Frente a estas barcas que no se ven
amenazadas por el mar y el viento, está la barca de los doce. Ellos se han
adueñado de Jesús, se han puesto delante del Maestro, no quieren ir donde El
indica, no le conocen. La barca está amenazada por el viento y la tempestad.
Pueden perecer. Sólo si se dan cuenta e invocan al Maestro pueden salvarse.
Después de la travesía en barca Marcos nos muestra a Jesús como
liberador universal, tanto de paganos como de judíos. Lo hace relatándonos los
milagros del geraseno y de la hemorroísa y de la hija de Jairo. Pero ¿cómo
entender los milagros?
"Aquí los milagros son
concebidos como parte de la acción salvífica de Dios en favor de los hombres y
de la creación; no pueden de ninguna manera aislarse de esa acción. Cuando
habla de milagro, el Antiguo Testamento no indica algo extraño o excepcional,
sino más bien la obra de Dios en la creación y en la historia, nada pues más
regular y normal a los ojos de un hombre de fe. Ciertamente, cuanto sucede por
obra de Dios es siempre sorprendente, extraordinario para un mundo que le
cuesta reconocer su presencia"[7]
Basta leer Deuteronomio. 3,23-24
y el Salmo 107 para comprenderlo.
Por lo tanto el milagro acaece
en medio de la vida ordinaria y real del hombre. El éxodo, la obra de salvación
realizada por Dios con el pueblo de Israel, es la clave para comprender la
historia de cada hombre.
El relato del geraseno expresa
la situación del pueblo pagano y a Jesús como el más fuerte que ata a Satán.
En primer lugar llama la
atención el que sea Jesús sólo quien baja de la barca, los discípulos
desaparecen de la escena, no le acompañan.
La descripción del endemoniado
es muy detallada: vive en los sepulcros (3 veces), nadie puede atarle, rompe
las cadenas, se destruye a sí mismo. Su situación es de muerte, es una
situación límite.
La primera petición del
endemoniado es que no le atormente. Se siente amenazado ante la presencia de
Jesús. Marcos nos dice la razón de esa petición del endemoniado. Jesús había
mandado salir al demonio. En el diálogo se pone de relieve que el espíritu
inmundo es corporativo. Primero habla en singular, luego en plural: somos
muchos. Se habla de una situación de personas.
A la pregunta de Jesús al
endemoniado sobre su nombre, éste responde: me llamo legión. Hace, pues,
alusión a una tierra de cultura romana. Además si hay rebaños de cerdos, animal
impuro para los judíos, no puede ser tierra judía.
La segunda petición del espíritu
inmundo es que le deje en la región. Por eso piden poder ir a los cerdos. El
espíritu inmundo busca la posesión de la riqueza, ansía esa riqueza. Jesús se
lo permite y los cerdos se “ahogan” en el mar, símbolo del mal. La riqueza debe
ser ahogada para que el hombre se libere. Mientras la riqueza no sea ahogada,
el hombre no puede ser liberado, la tierra no puede dar fruto. La semilla que cae entre espinas, también, se ahoga.
Los porquerizos van a avisar a
sus amos de lo ocurrido. Estos corren al lugar de los hechos y encuentran a
Jesús junto al endemoniado en su sano juicio, liberado, bien vestido. Los
porquerizos piden a Jesús que se aleje de su país. Siguen prefiriendo la
riqueza a la liberación del hombre.
Jesús vuelve a la barca y el
hombre liberado le pide ser su discípulo. Jesús le dice que se quede en la
región anunciando la obra de Dios. Jesús marcha de tierra pagana, pero su
presencia continúa en el mensaje del hombre liberado.
Jesús aparece en el relato como
el más fuerte, el único que ha podido atar a Satanás y liberar al
endemoniado. Aquí Jesús no impone el
secreto mesiánico por ser tierra pagana.
Este texto tiene una estructura concéntrica.
Versículos 21 – 24: Petición de
Jairo sobre su hija.
Versículos 25 – 34 Curación de
la hemorroisa.
Versículos 35 – 43 Curación de
la hija de Jairo.
Ambas curaciones tienen relación
con el pueblo judío: la alusión al número doce que aparece en las dos
curaciones, el uso de la palabra "pueblo" y el de jefe de la sinagoga
nos muestran que las curaciones tienen que ver con la situación del pueblo.
En el centro del relato está la
curación de la hemorroísa. El relato comienza diciendo que había una multitud
que seguía a Jesús y lo apretujaba. El verbo es el mismo que ha empleado Marcos
en 3,9 y que expresaba el ansia de liberación del pueblo. Además sirve
narrativamente para poner de relieve la cuestión central del relato: "el
tocar".
Marcos se detiene en presentar
la situación límite de la mujer: padece hemorragias, sufre mucho, los médicos
no la han curado.
Los médicos de Israel son
incapaces de curar al pueblo. No son como Jesús que ha venido a llamar a los
enfermos, Marcos 2,17. Ellos sólo saben comer los bienes de la mujer. Son como
los escribas que con oraciones roban el dinero de las viudas Marcos 12,40.
A continuación viene descrito el
gesto de la mujer. Primero se mezcla con la multitud, cosa que le estaba
prohibida a causa de su estado de impureza.
Luego toca el manto de Jesús diciéndose: si logro tocarlo quedaré
sanada.
En tercer lugar viene descrita
la nueva situación de la mujer: ha quedado sanada.
Jesús es aquél que abre las
fuentes de la vida, como hizo con el hombre de la mano seca Marcos 3,1-6 y el
que seca las fuentes de la muerte, como ha hecho aquí con la hemorroísa. Quizá
tengamos una alusión aquí al segundo tipo de terreno de las parábolas: la
actitud de los escribas seca la palabra sembrada por Jesús en medio del pueblo.
Ante este hecho que permanece
oculto, Jesús plantea una pregunta: ¿Quién me ha tocado? Jesús ha sentido salir
de su persona una fuerza (dynamis) y pregunta por quién la ha provocado. Los
discípulos le dicen: el pueblo te apretuja y preguntas quién te ha tocado. Esta
respuesta de los discípulos plantea el tema central del relato. Tocar a Jesús
no es un simple contagio físico. La fuerza que sale de Jesús no es magia. Es
una fuerza que viene de Dios por medio de Jesús y que obra por la fe, por la
confianza puesta en él. Esto es lo que Jesús quiere que quede manifiesto a todo
el pueblo. Por eso la segunda parte del relato es la de la manifestación. El
gesto de la hemorroísa queda como arquetipo de la actitud que debe adoptar el
pueblo.
Se dice que Jesús mira para ver
"quién era la que le había tocado". ¿Es que Jesús ya conoce
la persona que le ha tocado? Es lo que el texto insinúa.
La mujer asustada confiesa toda la verdad. Jesús
confirma su curación a causa de su fe. Una curación total hecha de paz y de
liberación.
El pueblo si quiere ser liberado
debe "tocar" a Jesús con fe, aceptando su persona y su mensaje.
El relato de la hija de Jairo
describe también la situación del pueblo.
Vienen a anunciar a Jairo que su
hija ha muerto. Jesús le pide que siga creyendo.
Al entrar en casa con Jairo y
sus tres discípulos toda la gente está llorando y lamentándose. Jesús les pide
que se callen: la niña no está muerta sino dormida. Esta frase es la que da
coherencia a la frase que dirá Jesús después a Jairo y sus discípulos: les
rogaba que no lo dieran a conocer.
Jesús toma de la mano a la niña
y la levanta. Y dice el texto: la niña tenía doce años.
Alusión clara al pueblo y que se
relaciona con los doce años que lleva enferma la hemorroisa.
El pueblo de Israel viene
descrito como estando en las últimas, sin salida posible, "no molestes al
maestro", está muerta. Esta situación es debida a que están "como
ovejas sin pastor" Marcos 6,34. La sinagoga no da de comer al pueblo, no
le salva, no le libera. Por eso dice Jesús a los padres de la niña: "dadla
de comer". Jesús aparece como aquél que puede dar vida y salvar al pueblo.
Pero para ello hay que tener fe en su doctrina y en su mesianismo.
Esta parte forma una inclusión con Mc. 3,7b-12. Jesús rompe
definitivamente con la sinagoga, ya no volverá entrar en ninguna y rompe, también,
con su familia.
"La palabra libera de las
proximidades excesivas, pueblo, nación cultura. La palabra rompe en lo vivo los
lazos carnales" [8]
Se distinguen en el texto dos
partes.
Una, versículos 1 – 4, donde se
relatan las palabras de los que escuchan
y las de Jesús.
La segunda parte es de estilo
narrativo, en la tercera persona, versículos 5 – 6.
En el relato se pasa de los
hechos a su interpretación. El recorrido se hace en espiral y en dos tiempos:
En la primera parte: Jesús
enseña en la sinagoga un día de sábado. Los
que escuchan reaccionan y añaden a la enseñanza los actos de poder que
realiza Jesús. En un segundo nivel, el de la interpretación, se introduce la
frase “¿de dónde le viene esto a éste?”
Las palabras citadas por Jesús,
“nadie es profeta en su tierra” constituye un tercer nivel de interpretación.
Es el mismo Jesús quien interpreta lo
que sucede.
En la segunda parte tenemos un
nuevo hecho de base, la imposibilidad de Jesús de realizar ningún acto de poder
en la sinagoga. Jesús lo interpreta a partir de la falta de fe. “¿Quién ha dado
a éste esta sabiduría?
“Lo que choca no es el carácter
excepcional de las cosas que hace, sino el hecho de que estas cosas pasen por
Él, que la sabiduría le haya sido dada a Él, que el poder se ejerza por sus
manos. La cuestión no se pone en “estas cosas”, sino sobre la relación entre
estas cosas y éste, como si eso fuese incompatible”[9]
El lector sabe que esa relación
es compatible, pues en el relato del Bautismo el Padre ha dicho: Este es mi
Hijo en quien me complazco. Sus paisanos no lo aceptan.
¿Cómo explicar la ausencia de
José en la lista de familiares?
La ausencia puede explicarse:
O bien porque Marcos no se
interesa a la descendencia davídica de Jesús.
O porque quiere poner de relieve
la familia simbólica en la cual la presencia del padre siempre está vacía. Sólo
hay un padre.
Los habitantes de Nazaret se
cierran a la verdad prefiriendo permanecer cerrados en sus evidencias, Jesús no
puede curar debido a su falta de fe. Comparando este texto con el de la
hemorroísa comprendemos cuál es la fuerza que actúa en Jesús. Como dice
Delorme:
“Este poder parece jugar el
papel de advertir a Jesús que no es dueño de él. Sale de él en provecho de la
mujer hemorroísa, sin que él tenga que ver, se rechaza a los compatriotas sin
que él lo retenga. Se lo apropia tan poco que cuando se ejerce, él ve en la fe
del otro la causa de salvación que ella esperaba de él. Por el contrario si el
poder no obra, no es él sino la falta de fe lo que falta. Basta ver algunos
seres débiles que acuden a él para atestiguarlo." [10]
Esta relación entre poder de Jesús y fe crea un ámbito de apertura, una relación profunda entre gracia y
libertad. La gracia es don, es gratuita, no es mágica. La libertad del hombre
no es forzada, es llamada a esa apertura y en ella encuentra todo su sentido.
"El encuentro en el que la fe se revela no se juega sólo entre él y sus partenaires. Se convierte en el
lugar de una apertura, de un lugar vacío, marcado por la intervención o no del
"poder". El encuentro tiene lugar a dos a nivel de los actores del
relato. No puede decirse que se realiza a tres, con un tercero ausente de
escena. Pero a dos implica más que ellos y compromete el Otro que no forma
parte del número con ellos.
“De modo que Jesús no se atribuye el éxito y no hace del fracaso un revés personal. El participa en una
prueba en la que el juego está en la apertura o no a la realidad de lo que se
propone por su boca o por su mano."
[11]
[1]Mateos: El
evangelio de Marcos I. Ediciones el Almendro. Córdoba 1992: p.319
[3]Silvano Fausti: Ricorda e racconta il vangelo.
Ancora. Milano1994 p.131
[4]Silvano Fausti: Ricorda e racconta il vangelo.
Ancora. Milano1994 p.137
[7]A. Spreafico: Marco, el primo Vangelo.
Urbaniana p.69
[8]Delorme, J. : "
Jésus mésestimé et impuissant dans sa patrie " NRT. Nº 121 (1999) p.3-22
[9] Delorme, J: Parole et récit évangéliques. Ediciones Cerf. Canadá 2006
p. 156.
[10]Delorme, J. : "
Jésus mésestimé et impuissant dans sa patrie " NRT. Nº 121 (1999) p.3-22
[11]Delorme, J. : "
Jésus mésestimé et impuissant dans sa patrie " NRT. Nº 121 (1999) p.3-22
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