1.- JUSTIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA.
Esta sección tiene una estructura concéntrica
(A – B – C – B’ – A’). El núcleo central es el tema de la Boda y el Novio.
Podemos decir que es un ejercicio de
discernimiento sobre el papel que debe jugar la ley en la comunidad cristiana.
Es, al mismo tiempo un ejercicio de
discernimiento sobre qué debe ser lo central en nuestra experiencia de Dios.
La sección comprende un conjunto de cinco
controversias.
Las dos primeras partes (A y B) se relacionan
entre ellas por el tema del perdón de los pecados y la relación de Jesús con
los pecadores.
Las dos últimas (B’ y A’) se relacionan por
el tema del sábado.
Existe, también, relación entre la primera y
la última (A y A’), por tratarse en los dos relatos de curaciones y tener las
dos en su centro una controversia, suscitada por la actitud de los letrados,
actitud oculta, no declarada, pero que Jesús conoce. En las dos se habla del
"corazón": dialogar en su corazón, sin manifestarlo; tener un corazón
endurecido. La primera habla sobre quién puede perdonar pecados. En la última
sobre lo que está permitido en sábado. En la primera se menciona dos veces:
dice al paralítico. En la última Jesús dice dos veces, también, la frase:
"dice al hombre".
La segunda, la tercera y la cuarta (B – C –
B’) se relacionan por el tema dela comida. La segunda trata de comer con
pecadores. En la tercera se afirma que no se puede ayunar mientras el Novio
está presente. En la cuarta sobre si está permitido comer espigas en sábado. Estas
tres partes centrales acaban con una sentencia de Jesús:
"He venido a llamar a los
pecadores".
"A vino nuevo odres nuevos".
"El hijo del hombre es señor del
sábado".
A lo largo de toda la sección hay una
contraposición clave entre: “Estar permitido”–“ser necesario.” Los fariseos se
rigen por lo que está permitido. Jesús por lo que es necesario hacer para que
el hombre tenga vida.
El qué está permitido supone que el centro de
la relación con Dios lo ocupa la ley. En qué es necesario el centro es el
hombre, como lo expresa Jesús simbólicamente cuando dice al hombre de la mano
seca: “Ponte en medio” (Marcos 3, 3)
En la nueva comunidad, formada por Jesús y
sus discípulos y en la que han empezado a entrar recaudadores y pecadores, la
necesidad del hombre es criterio esencial. Es una comunidad que come con todos
y de todo. Es una comunidad que no puede contentarse con los odres de la ley
porque tiene experiencia de la presencia del novio y vive del vino nuevo de la
nueva alianza.
2.- COMENTARIO
MARCOS 2,1-13
Jesús anuncia "la Palabra", es la
expresión utilizada en el relato del leproso (Marcos 1, 45) y en las parábolas
(Marcos 4). “La Palabra es el mensaje del evangelio, la Palabra liberadora, la
Palabra sembrada por Dios en la buena tierra.
Esta escena se relaciona con la de las
curaciones "delante de la puerta" de la casa de Pedro en Cafarnaúm (Marcos
1,33).
En el relato se da una cierta identificación
entre el paralítico y los cuatro que le llevan, parecida a la del espíritu
inmundo y el hombre poseído de la sinagoga de Cafarnaúm: “¿Has venido a
destruirnos?” (Marcos 1,21-28).
Aquí se dice: "Viendo la fe de los
cuatro dice al paralítico".
Son ejemplos de personalidad corporativa.
Hay una identificación entre el paralítico y
los cuatro que lo llevan. El número cuatro se refiere al mundo de los gentiles.
"El paralítico y sus portadores son
figuras representativas, como aparece por su anonimato y la ausencia de todo
dato sobre ellos"[1]
No hablan, no expresan petición. Es un cuadro
para expresar un mensaje.
Se realza el tema de la fe como búsqueda de
Jesús que da la vida.
Esta liberación es a la vez espiritual y material.
Jesús perdona y cura, en el relato del paralítico. En el relato del leproso las
dos dimensiones de la curación van juntas, Jesús primero lo cura y luego le
libera de la falsa imagen de Dios que tiene, exorcismo.
En el relato del paralítico primero le revela
el rostro de un Dios Padre, fuente de perdón y misericordia y luego le cura.
En ambos relatos se aplican a Jesús las dos
definiciones de Dios en el antiguo Testamento. Dios es el que tiene entrañas de
misericordia, y Dios conoce el corazón del hombre.
En el relato del leproso a Jesús se le
conmueven las entrañas ante la miseria humana, como a Dios.
En el relato del paralítico Jesús viene
presentado con el otro atributo de Dios, "conocer los corazones", la
intimidad del hombre.
La palabra "hijo" expresa el amor
de la mirada de Dios sobre el paralítico. Dios reconoce en el paralítico a un hijo y de ese reconocimiento
surge el perdón de Dios. Dios es el Padre que perdona a sus hijos.
La clave de interpretación viene dada por la
frase: "Estaban allí sentados algunos de los escribas, pensando en su
corazón" Jesús conoce, como Dios,
los corazones, por eso tiene poder de
perdonar los pecados y de juzgar. Solo quien conoce el corazón del hombre puede
juzgar y perdonar.
Le acusan de blasfemia, es decir, atribuirse
a sí mismo algo que es propio de Dios, de arrebatar un poder que pertenece a
Dios. En la sección siguiente (Marcos 3,28-30) será Jesús quien les acuse a los
escribas de blasfemia contra el Espíritu Santo por no reconocer la presencia del
más fuerte que ha atado ya al diablo, por no saber re conocer que donde hay más
vida para el hombre Dios está presente.
"De este juicio sobre el compartimiento
de Jesús no viene sacada ninguna consecuencia por el momento; pero con la misma
acusación de blasfemia será motivada la condena a muerte"[2]
Jesús conoce lo que los escribas piensan en
su corazón y no dicen. Ellos que no conocen el corazón del hombre, ni las
entrañas de Dios juzgan. En su juicio no hay búsqueda de la verdad, sino deseo
de seguridad ycondenación.
Los escribas no expresan públicamente su
juicio, como tampoco lo harán en la sinagoga (Marcos 3,1-6). Pero Jesús conoce
y ve la dureza de su corazón. Los escribas aparecen como aquellos que dan culto
a Dios con los labios, pero su corazón está lejos. Ellos son los impuros, pues
de su corazón salen los "malos pensamientos” que son los que hacen impuro
al hombre (en los dos relatos se emplea la misma palabra). (Marcos 7,21)
Jesús, como Dios, posee el poder de perdonar
los pecados. Jesús con su perdón revela el rostro de Dios. Dios amor que libera
y no quiere la marginación del hombre. Los escribas quieren que el perdón de
los pecados permanezca en manos de la institución como medio de poder y de
control. La acción de Jesús es un modo de declarar inoperantes las
instituciones judías.
Ante el perdón otorgado por Jesús reaccionan
los escribas: "sólo Dios puede perdonar los pecados" La frase es una
justificación de la institución religiosa. Dios sólo puede perdonar los
pecados, según ellos, por medio de la institución religiosa. Jesús anuncia con
su gesto que Dios no perdona los pecados por la institución, sino por medio del
Hijo del hombre a quien Dios ha dado autoridad. La institución quiere tener
atado a Dios.
Jesús va a probar esta autoridad por medio de
la curación del paralítico. Va a demostrar que puede curar al paralítico, como
le está permitido curar al hombre de la mano seca en sábado.
El desarrollo narrativo del texto da pie para
plantearnos algunas preguntas.
¿Por qué tienen que levantar el techo para
descolgar al paralítico? ¿Por qué no ha podido entrar y puede salir con la
camilla a la vista de todos? ¿Cuál es esta casa un poco extraña en la que están
los escribas sentados? ¿No será la casa de Israel? ¿No serán estos escribas
aquellos de los que Jesús dice que ni entran ni dejan entrar? Probablemente se
aluda a la casa de Israel que no deja entrar a los paganos. Jesús fundará
"otra casa" en la que todos pueden entrar.
Una vez realizada la curación del paralítico
Jesús sale de la casa y se dirige al mar para enseñar, es el mismo esquema que
seguirá en los capítulos 3 y 4. Jesús después de discutir en casa con su
familia y los escribas, saldrá junto al mar para enseñar, para anunciar la
palabra por medio de parábolas. (Marcos 3, 20 – 34)
Jesús sigue “pescando” hombres. El relato de
la vocación de Leví, recuerda la llamada de los cuatro primeros discípulos:
"junto al mar", "vio" a Leví. Jesús llama a seguirle a
pecadores y recaudadores. No son sólo los justos los llamados a seguirle. Jesús
quiere formar una comunidad universal de la que nadie sea excluido.
Leví, puede aludir a los levitas, que no
tenían parte con el pueblo. Leví no tiene parte con la comunidad. Su parte sólo
puede ser Dios, que le llama y le acepta. Por eso Leví no deja nada, en la
llamada falta la palabra "dejando". Leví no tiene que dejar ni redes
ni barca. A la llamada de Jesús Leví responde inmediatamente.
Jesús invita a Leví a su casa, y los
recaudadores y pecadores se unen a la invitación.
Aunque en el texto queda ambiguo quién es el
que invita a casa de quien, por la sentencia de Jesús: he venido a invitar a
los pecadores; y por la presencia de los fariseos en la casa, se desprende que
el que invita es Jesús.
Jesús concluye con la sentencia: No vine para
llamar a los justos sino los pecadores. Como dijo en el lugar desértico:
"para esto he salido". (Marcos 1, 38)
"He aquí el cuadro que se desprende del
texto: Leví al que escoltan los publicanos y pecadores, ha seguido a Jesús y
sus discípulos a casa de Jesús, donde Jesús ofrece una comida a la cual
participan publicanos y pecadores. Este es el cuadro que va a provocar la
controversia"[3]
La frase que orienta la interpretación es:
"Y eran muchos los que le seguían". Jesús ha llamado a seguirle a los
publicanos y pecadores, y estos han respondido a su llamada. El paradigma de
esta respuesta es Leví. Este grupo que le sigue es el que provoca el escándalo
de los escribas. La participación de mesa expresa la aceptación por parte de
Jesús de los pecadores en su seguimiento, sin distinción ninguna. Esta
universalidad de mesa resulta un escándalo para los escribas de los fariseos.
La frase de Jesús: "He venido a llamar a
los pecadores y no a los justos", encuentra todo su significado en ese
contexto de seguimiento de los pecadores. Los pecadores reconocen su situación,
su necesidad de médico, y desde ahí comprenden la llamada de Jesús. Buscan el
Reino, desean el cambio, cosa que no quieren los justos.
"Esta comunión de Jesús con los
publicanos y pecadores es un escándalo para los escribas de los fariseos,
surgidos de repente de no se sabe dónde, pero muy oportunamente, puesto que van
a ofrecer a Jesús la ocasión de instituir el debate"[4]
La comunidad de Jesús es una comunidad
universal.
"Al tener sus comidas preferentemente con publicanos y pecadores,
Jesús había manifestado la libertad soberana con que derribaba las barreras
levantadas por las autoridades religiosas para excluir de la comunidad de mesa,
y por tanto de vida, a los que no observaban la ley. Estas sorprendentes
comidas simbolizan con toda transparencia la universalidad de su mensaje: el
reino cercano se abría a todos los hombres. En las palabras que Jesús pronuncia
en la cena, los discípulos estaban preparados en principio a captar este
aspecto capital del mensaje"[5]
Jesús en la cena dirá que ha venido a
entregar su vida por todos.
"Jesús ha expresado así el secreto del
Reino, el amor universal de Dios, que se traduce en la comunicación de vida a
los individuos, creando el hombre nuevo, la nueva humanidad y en la formación
de una nueva comunidad humana"[6]
Mientras Jesús come con pecadores y
publicanos, los discípulos de Juan y de los fariseos ayunan. Es la escena
anterior la que sirve de marco a esta nueva disputa.
El lenguaje del relato está muy marcado. Al
inicio del relato tenemos cuatro veces la palabra discípulo. Tres veces para
los discípulos de Juan y los fariseos que ayunan, una para los discípulos de
Jesús que no ayunan.
Al final encontramos la contraposición entre
viejo, tres veces, y nuevo, cuatro veces. En medio está la presencia del Novio,
cuatro veces. La palabra más repetida es la palabra ayuno, seis veces.
Nuevo:
Nueva es la enseñanza de Jesús (Marcos.1,27).
Nuevo es el vino de la nueva alianza, el vino
derramado para la salvación de todos. (Marcos 14, 22)
Esta enseñanza nueva, este vino nuevo no
puede ser echado en los odres de la ley. Esta enseñanza nueva sólo puede
vivirse desde la ley "del pan y del vino" nuevos. Pan roto y vino derramado
son los odres en los que debe ser recogida
y entendida la enseñanza de Jesús. Los odres del amor universal y
gratuito.
El texto se refiere a la Nueva Alianza con la
alusión de la presencia del Esposo.
"El simbolismo nupcial había sido
utilizado por los profetas para describir la relación entre Dios y el Pueblo.
El tema esposo/novio alude por tanto a la alianza"[7]
La comunidad de discípulos de Jesús, es lo
nuevo, comunidad de la Nueva Alianza, que no puede adoptar las estructuras
viejas de Israel. Esta comunidad vive de la presencia del Novio en medio de
ella. Vive la alegría de la Nueva Alianza, donde no falta el vino nuevo.
La frase vino nuevo hace alusión a la última
cena en la que Jesús dice que no beberá del jugo de la vid, hasta que no lo
beba nuevo en el reino (Marcos 14,25). El vino nuevo es el amor expresado en la
entrega, vino que no pueden contener los odres viejos de la Ley.
"La boda/alianza va a ser una realidad
permanente. La comunidad cristiana va a tener en toda época experiencia del
amor de Jesús, presente en su centro; su ambiente será la alegría"[8]
En el centro de esta comunidad está la
alegría de las bodas, de la Nueva Alianza, no el peso de la ley.
El verdadero ayuno es comer con todos, no el
privarse de alimentos. Las instituciones judías han caducado. El amor entregado
de la eucaristía es la realidad de esta presencia.
La insistencia en "nuevo", hace
alusión a la nueva alianza de Jeremías (Jer 31).
"El paño sin estrenar simboliza, sin
lugar a dudas, la novedad que trae Jesús, el Reino de Dios. El manto viejo ha
de simbolizar, por tanto, lo que es sustituido por el Reino, es decir, la
antigua alianza y todas las instituciones en ella fundadas"
Resulta un poco extraña la expresión que
aparece en el texto: "Cuando les sea arrebatado el novio, ese día
ayunarán". Alude a la muerte de Jesús, momento en que es arrebatado el
novio a la comunidad, pero para acogerlo resucitado y vivo para siempre en
medio de ella. "
Aquél día" es la expresión profética
para aludir a una intervención de Dios. Hace alusión a la muerte y resurrección
de Jesús.
"Es típico de Jesús y sus discípulos no
el abstenerse, sino el compartir las fiestas alegres. Respondiendo a las
críticas que suscitó esta costumbre, Jesús dijo: "¿Acaso pueden ayunar los
amigos del novio mientras el novio está con ellos?" Se trata de un dicho
auténtico de Jesús en el que aquellas comidas son referidas directamente al
banquete del esposo celeste mencionado en la parábola de Mt 25,1ss"
La expresión es un añadido posterior para
justificar la práctica del ayuno de la comunidad cristiana después de la muerte
de Jesús.
La palabra más repetida es sábado, cinco
veces. La controversia en este texto se centra entre lo permitido y lo
necesario. Jesús toma el ejemplo de David aunque haciendo algunas adaptaciones
del texto bíblico para realzar más el paralelismo y la fuerza de su
argumentación.
"Pero allí, David está solo, sin
escolta, alegando una misión secreta del rey (1º Samuel 21,2-3). El evangelio
le añade compañeros, necesarios para establecer un paralelo con la situación de
Jesús y sus discípulos. David según Marcos entró en la casa de Dios, apelación
muy solemne para el modesto santuario provincial de Nob y que por otra parte no
aparece en el episodio bíblico. De este modo refuerza el carácter sagrado del
cuadro La escena se supone que se desarrolla en el tiempo de Abiatar. En 1º
Samuel el sacerdote no es Abiatar sino Ahimelek, el cual por otra parte no fue
nunca sumo sacerdote"[9]
Si David comió el pan de la proposición, él y
sus compañeros, que sólo está permitido a los sacerdotes, aquí está uno que es
más que David (Marcos 12,35-37) y que es señor del sábado. El sábado está al
servicio de la necesidad del hombre y no el hombre al servicio del sábado.
El sábado hace alusión al descanso de Dios.
El hombre debe descansar como Dios, del que es imagen. El hombre es señor de la
creación y llamado a dominar y ser libre, no a ser esclavo.
El sábado hace alusión, también, a la
liberación de Egipto, es el día apropiado para liberar, curar y salvar al
hombre. Aquí encuentran su sentido las curaciones en sábado. Ante la necesidad
y el hambre no hay pan sagrado. El sábado es el día de la vida y la liberación.
El relato comienza diciendo "de
nuevo". Esta expresión nos envía al relato de la sinagoga en 1,21-28,
estableciendo así una inclusión entre los dos relatos. Es decir todo lo
contenido entre los dos relatos debe considerarse como una unidad.
Ambos relatos ocurren en la sinagoga y en
sábado. La sinagoga, espacio sagrado y el sábado, tiempo sagrado.
En la sinagoga Jesús anuncia una enseñanza de
liberación y cura. El lugar sagrado es el lugar de la presencia de Dios Salvador.
Si no es lugar de salvación, si esclaviza, el lugar sagrado se pervierte, se
hace cárcel que atrapa al hombre en la ideología y en la impotencia.
El sábado es el día de la libertad, por eso Jesús cura en sábado.
Para
Jesús lo sagrado es el hombre a quien hay que dar vida y liberar. (Marcos 2,23 –
28) une el sábado y el templo,Abiatar y David comen los panes de la proposición
del templo. La casa de Dios está unida a los panes, es el lugar donde pueden
comer los que tienen hambre.
También tiene relación, como hemos dicho, con
el relato de la curación del paralítico. Allí la controversia era sobre el
poder de perdonar pecados. Aquí sobre lo que está permitido en sábado. Mientras
Jesús busca dar vida en sábado al hombre de la mano seca, ellos buscan la
muerte de Jesús. ¿Qué es lo que está permitido?
La palabra más repetida es “mano”, cuatro
veces. La mano es la expresión de la capacidad de tomar decisiones y de acción
del hombre. Jesús libera al hombre de la mano seca, le da toda su capacidad de
acción, de realización. Por el contrario la sinagoga produce espíritus inmundos
y seca la mano de las personas.
“El relato de Marcos es significativo. La
escena se desarrolla en la sinagoga un día de sábado. Estamos, por tanto, en un
lugar y en un día que han de estar orientados totalmente hacia Dios. La mirada
de Jesús se fija, sin embargo, en un hombre con una parálisis en el brazo. De
pronto le dice: “Levántate y ponte en medio”. Los fariseos le están acechando. ¿No es una
provocación colocar a un enfermo en el centro de la sinagoga y del sábado? ¿No
es poner al hombre en el lugar de Dios?”[10]
Le espían porque la reincidencia en la
violación del sábado después de una advertencia estaba castigada con la pena de
muerte (Ex.31,14-16). Jesús ha violado el sábado dejando a sus discípulos comer
las espigas, relato anterior. Por eso ahora le expían.
No les preocupa tanto que la ley se cumpla
cuanto el eliminar a Jesús.
La mirada de Jesús es de ira y de tristeza.
Ambas miradas expresan su amor. La ira nace del amor al pueblo que está
esclavizado. La tristeza nace del amor a los fariseos que están endurecidos en
su corazón.
Jesús manda al hombre extender el brazo: es
una llamada a la acción y a la libertad. Los fariseos y herodianos buscan darle
muerte. El horizonte de su muerte y resurrección empieza hacerse cercano.
Fariseos y herodianos son los que tientan a
Jesús, son los instrumentos de Satanás, los que se oponen a su mesianismo, son
la levadura que fermenta el pan.
Jesús sale de la sinagoga y vuelve hacia el
mar, prosigue su misión y enseña al pueblo.
[1]Mateos
[2]Klemens Stock: Gesú la buona notizia. Edizioni
ADP. Roma 1990. p.64
[4]Simon Légasse: L'evangile
de Marc. Editions du Cerf. Paris 1997. t.I p.183
[5]Léon-Dufour,J :
" La fracción del pan ". Ed. Cristiandad. Madrid 1983. P.239.
[6]Mateos: El
evangelio de Marcos I. Ediciones el Almendro. Córdoba 1992 p.244.
[7]Mateos: El
evangelio de Marcos I. Ediciones el Almendro. Córdoba 1992: p. 254
[9]Simon Légasse: L'evangile
de Marc. Editions du Cerf. Paris 1997. t.I p.200
[10]Pagola José Antonio: El camino abierto por Jesús.
P. 75
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