Marcos 7,1 - 8,26. Preguntas



Preguntas para la comprensión del comentario

7,1-13

1. En el comentario se indica que los tres temas, el comer los panes, el precepto humano, el precepto de Dios, orientan en la interpretación del texto. ¿De qué manera se nos orienta? 

2. Según el comentario, ¿se muestra Jesús contrario respecto al qorban, la ofrenda sagrada? 
7,14-16
3. Cuando Jesús llama a la gente después de hablar con los fariseos y escribas, ¿qué expresiones del texto son las que permiten hacer un paralelismo con los relatos de las parábolas (Mc 4)?

7, 17-23

4. ¿Por qué se afirma en el comentario que los discípulos “se están quedando fuera del misterio del Reino”?

7,24-31

5. ¿Cómo se debe interpretar la respuesta que da Jesús a la mujer sirofenicia cuando esta le pide que cure a su hija?

6. ¿Por qué en el comentario se llega a la conclusión de que “Jesús está anunciando implícitamente la próxima multiplicación de los panes”?

7,32-37

7. ¿Qué diferentes signos señala el comentario para concluir que el sordo tartamudo se trata de un discípulo?

8,1-9

8. Según el comentario ¿qué reflejan las diferencias entre la primera multiplicación y esta segunda?

8,10-12

9. Según el comentario, ¿por qué Jesús se niega a realizar el “signo” que le piden los fariseos?

8,13-22A

10. Según el comentario, ¿a qué se refiere Jesús cuando alerta a sus discípulos en relación con la levadura de los fariseos y herodianos?

8,22-26

11. De acuerdo con el comentario, ¿por qué Jesús tiene que aplicar las manos al ciego dos veces para curarle?

12. ¿Por qué prohíbe Jesús al que era ciego entrar en la aldea?



Preguntas para la reflexión personal

7,1-23
  • “Eliminar el gesto de lavarse las manos es dejar de lado un rasgo de su sacralidad e identidad como pueblo y eliminar un signo de distinción con otros pueblos. La tradición de los mayores crea separación, cultiva el sentido de superioridad sobre los otros pueblos debido a la sacralidad de Israel. Crea una distinción dentro-fuera bien concreta en relación con el pueblo.”
    Las normas de conducta me proporcionan unas pautas estables y de seguridad para vivir con los demás.

    Pero en mi proceso personal, ¿he descubierto que yo soy más que esas normas, más que mis ideales, más que mis deseos?

    ¿Estoy aprendiendo a vivir prefiriendo verdad a seguridad; confiando en el Otro antes de obsesionarme con controlar el futuro?
7,31-37
  •  “El poder de Jesús aparece como esperanza para los discípulos que se han hecho sordos.”
    ¿He ido poniendo nombre a esa “sordera” a ese “estar cerrado”? ¿Ha habido algo que me haya revolucionado, que me haya zarandeado, para querer deshacer mis ataduras: lectura de algún libro, una conversación, una experiencia afectiva,...?

    ¿Cómo leo ahora mi historia personal? ¿Soy capaz de darle una unidad de sentido? ¿Qué ha tenido que ver Dios con esta historia personal mía?

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